La infección de orina puede padecerse a cualquier edad. Aunque, es más frecuente en la población mayor debido a que el envejecimiento implica la debilitación del sistema inmunitario, produciendo una alteración de los mecanismos defensivos frente a la infección. Las personas mayores son especialmente vulnerables a las bacterias que provocan la infección urinaria.
Con la edad, los músculos de la vejiga se aflojan y cuando el adulto mayor va a orinar, ésta no llega a vaciarse completamente, quedando orina residual que contribuye al crecimiento de estas bacterias.
Cambios fisiológicos asociados a la infección de orina
- – En varones, la actividad bactericida de las secreciones prostáticas está disminuida.
- – La orina tiene cierta actividad antibacteriana que pierde fuerza en la edad avanzada.
- – En mujeres, por el descenso del nivel de estrógenos tras la menopausia, la ausencia de lactobacilos provoca el aumento del PH vaginal y un descenso del peróxido de hidrógeno, que favorece la colonización de la vagina por enteropatógenos.
Factores de riesgo
- Accidentes cerebrovasculares previos
- Deterioro mental
- Deterioro funcional
- Sondaje vesical
- Tratamiento antibiótico previo
Por otro lado, las personas mayores que sufren otras patologías como diabetes o hipertensión aumentan su riesgo de padecer infección de orina. Se trata de una patología incómoda sin consecuencias ni síntomas demasiado perjudiciales para la salud si se trata adecuadamente.
La pérdida de memoria causada por el Alzheimer o otros cuadros de demencia senil pueden ser detonantes de una infección de orina en personas mayores, ya que suelen provocar cambios en la conducta.
Medidas preventivas
- La hidratación es el pilar fundamental.
- Una alimentación equilibrada rica en fibra para evitar el estreñimiento.
- Fomentar la movilidad, los cambios de postura y el ejercicio moderado, como los paseos.
- Mantener una higiene diaria, prestando especial atención a la zona genital.
Desde Residencia Las Matas recomendamos que, ante cualquier síntoma de infección de orina en personas mayores así como ante cualquier tipo de comportamiento poco habitual que denote que la persona mayor, ha de acudir al médico para comenzar el tratamiento más adecuado.